Son muchas las personas que en el día a día se plantean qué pueden hacer con una impresora 3D.
En realidad las impresoras 3D no son algo tabú, sino que están más cerca de nosotros de lo que en un principio nos creíamos.
Me explico: Al igual que en la oficina utilizamos una impresora convencional para obtener una copia en papel de una imagen de 2 dimensiones creada en nuestro ordenador con un software CAD 2D (Corel, Freehand, Gimp, Photoshop, etc.), gracias a las impresoras 3D podemos realizar la impresión de un prototipo físico a partir de una imagen tridimensional creada con software de CAD 3D (Alias, AutoCAD, AutoDesk, Catia, GeoMagic, IronCAD, Pro-Engineer, Rhino, SolidEdge, etc).
La generación actual de Impresoras 3D ha convertido esta novedosa tecnología en una herramienta totalmente funcional, gracias a su revolucionaria rapidez y al bajo coste de sus consumibles. Ahora más que nunca resulta cada vez más evidente la ventaja de poder disponer de una impresora 3D en cualquier empresa que precise diseñar, verificar, aprobar o presentar diseños. Son muchas las empresas que ya se benefician de esta tecnología para estar por delante de la competencia.
Imagina lo que podrías hacer teniendo el prototipo en mano, apenas unas horas después de acabar el dibujo:
- Revisar y corregir errores en pocas horas
- Comentar el resultado con tu equipo de ingeniería sin dar lugar a malentendidos
- Presentar "en mano" a tus clientes varias opciones de prototipos
En definitiva: Las Nuevas Impresoras 3D abren un mundo de posibilidades hasta ahora impensables. Tu podrías, literalmente, multiplicar tu rendimiento actual.
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