Xbox One, la nueva consola de Microsoft, ha hecho su debut
esta semana. Sus creadores han prometido que será más interactiva y
potente que las generaciones anteriores de la Xbox, pero lo que poca gente conoce es el papel fundamental que han jugado las
impresoras 3D Stratasys en el desarrollo del producto.
Microsoft ha estado utilizando la impresión 3D
durante varios años, con la misma tecnología tanto en la sede del departamento
de diseño en Washington, como en la factoría de la empresa en China. De acuerdo
con Michael Wolf de NextMarket Insights, el equipo de diseño realizó alrededor
de 200 prototipos hasta dar con el diseño adecuado, a razón de dos prototipos cada
día en los que se debía evaluar tanto la ergonomía y sensación tactil, como el
aspecto visual.
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