En la reciente Society of Plastics Engineers Thermoforming Conference celebrada en Atlanta, se ha debatido en profundidad el papel que pueden desempeñar las Impresoras 3D en el proceso de termoformado, proceso mediante el cual se da forma a una lámina de plástico mediante su calentamiento previo y posterior acercamiento a un molde, tal como se puede observar en este vídeo:
Bien: ¿Qué tiene que ver todo esto con la impresión 3D? Pues tiene muchísimo que ver, sobre todo en lo referente al objetivo de RECORTAR COSTES Y TIEMPOS.
Habitualmente, los moldes de termoformado se fabrican partiendo de un tocho metálico. Mecanizar hasta el final ese tocho requiere tiempo (dias o semanas) y dinero (miles de euros), lo cual hace económicamente inviable la posibilidad de fabricar series cortas del producto final.
Hoy día, cada vez más empresas que fabrican objetos mediante procesos de termoformado se enfrentan a una creciente demanda de series cada vez más cortas, que deben ser fabricadas en menos tiempo, y a un menor precio. Frente a ese problema, la impresión 3D representa una alternativa en la medida que permite fabricar directamente los moldes en un tiempo record (horas) y a un coste más que atractivo (centenares de euros). Quizá esas empresas debieran plantearse en serio la necesidad de adoptar procesos de fabricación digital directa al objeto de resolver esa complicada ecuación que se les plantea cada vez con más frecuencia, ya que les permitiría comenzar antes a producir, al tiempo que les permitiría ofrecer al cliente diversas muestras unitarias fabricadas en material final, antes de dar comienzo a la producción masiva.
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