El entrenamiento médico avanzado requiere siempre hacer uso de utillajes especiales de cierta complejidad, al objeto de llevar a cabo ciertos procedimientos fuera de lo común. Dado que practicar con los pacientes no es lo más recomendable en ningún caso, el departamento de urología de la University of Minnesota Medical School está haciendo uso de la Impresión 3D para crear modelos con los que realizar prácticas, así como para fabricar directamente el utillaje necesario para llevarlas a cabo.
Con cierta frecuencia los urólogos llevan a cabo una serie de procedimientos en los riñones, que requieren acceso a través de la piel (vía percutánea). Muy a menudo, el médico encuentra el punto correcto usando una máquina ("Arco C") de guiado fluoroscópico en tiempo real, que implica la colocación de una aguja larga en el riñón, a través de la pared abdominal. El procedimiento requiere hacer un uso prolongado de radiación X, potencialmente dañina tanto para el paciente como para el personal médico implicado en el proceso: Conseguir la maestría en ese tipo de procedimientos requiere mucha práctica, ya que el médico debe dirigir la aguja con precisión hacia su objetivo, sirviéndose de una imagen 2D en escala de grises proporcionada por un intensificador de imagen radiológica.
Los intensificadores de imagen radiológica se utilizan para convertir los rayos X en imágenes de luz visible, permitiendo así a los médicos llevar a cabo cirugías por vía percutánea observando sus movimientos en un monitor de TV. Dado que esas máquinas resultan muy caras para llevar a cabo meras prácticas, los investigadores del Center for Research in Simulations and Education Technologies (CREST) de la University of Minnesota Medical School, han optado por fabricar modelos anatómicos realistas basados en imágenes tomadas del paciente real sobre el que van a trabajar, mediante el uso de la tecnología PolyJet.
Además de eso, están fabricando fijaciones, moldes y utillajes necesarios para simular al máximo el uso de un intensificador de imagen radiológica: Una cámara HD captura la imagen a través de una réplica transparente de riñón, y la muestra en tiempo real en un monitor de ordenador. De esta manera, los estudiantes pueden llevar a cabo sus entrenamientos en un entorno realista. La réplica del riñón la consiguen mediante una Impresora 3D Stratasys Connex basada en tecnología PolyJet. El "riñón" resultante se utiliza de máster para la creación de moldes de silicona con los que se fabricarán los riñones transparentes que se utilizarán para las prácticas. Esto permite producir modelos muy baratos con los que entrenar a los estudiantes tantas veces como sea necesario hasta que alcancen el suficiente grado de maestría para afrontar con éxito una intervención real, con un paciente real. En cuanto al resto del utillaje, lo fabrican mediante un Sistema de Producción 3D Stratasys Fortus basado en tecnología FDM.
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