Como ya sabemos, hoy día es posible producir un monton de cosas mediante impresión 3D: Ya sea una figurita de World of Warcraft, o un prototipo de un dispositivo electrónico, un utillaje de fabricación, o hasta una réplica de un maxilar escaneado en 3D.
Sin embargo, cuando pensamos en impresión 3D solemos pensar en objetos que caben en una mano, o como mucho en dos manos. ¿Significa que el mundo de la fabricación digital directa sólo puede enfocarse a objetos pequeños? Desde luego que no: El inventor canadiense Jim Kor
ha creado mediante impresión 3D la carrocería y el chasis de un coche de verdad. Me estoy refiriendo al Urbee.
Kor, ingeniero y empresario canadiense, ha inventado un coche híbrido de dos pasajeros y tres ruedas propulsado por un motor de combustion interna combinado con un motor eléctrico. Hace años ya produjo un prototipo de este vehículo mediante FDM, y tras depurarlo está a día de hoy imprimiendo la carrocería y el chasis del diseño final, pieza por pieza, mediante el uso de una máquina Fortus 900 de Stratasys.
En lugar de ensamblar sus Urbees en una línea de ensamblaje tradicional, Kor tiene muy claro que sus coches deben ser fabricados mediante fabricación digital directa en grandes impresoras 3D, ya que es el único modo de crear objetos imposibles de crear mediante las técnicas de fabricación convencional: En lugar de usar planchas metálicas de espesor uniforme, crea estructuras complejas cuyo espesor interno varía en cada punto según se necesite mayor o menor resistencia, lo cual aligera el peso de la pieza y en suma del vehículo.
En palabras de Jim Kor, "El proceso FDM ofrece la posibilidad de poner en cada pieza de mi coche la cantidad exacta de material en el sitio exacto.". Pero no acaban ahí sus ventajas: La capacidad de la impresión 3D permitieron a Jim Kor rediseñar de manera radical el vehículo incorporando estructuras verdaderamente complejas concebidas para ahorrar espacio y peso. Sin ir más lejos, el parachoques frontal parece un parachoques convencional. Sin embargo, fue diseñado para aprovechar su interior a fin de contener cables y conducciones para el panel de mandos y el resto del vehículo.
Esa capacidad de imprimir un frontal dotado de conductos prefabricados permitió a Kor ensamblar el parabrisas y el salpicadero directamente al frontal, consiguiendo así una aerodinámica más eficiente que la de un Toyota Prius. Pero más allá de la aerodinámica existe otra ventaja adicional: La reducción de piezas. Como dice Kor, "Coge un coche, despiézalo, y obtendrás miles de piezas. Despieza ahora un Urbee, y obtendrás 50 piezas como mucho. La tecnología de impresión 3D está evolucionando hacia su abaratamiento, y podríamos encontrarnos en pocos años con que imprimir esas 50 piezas pueda ser más barato y rápido que fabricar miles de piezas para un vehículo convencional y ensamblarlas posteriormente."
Kor, a través de su empresa Kor EcoLogic, pretende fabricar sólo un coche... de momento: En cuanto el coche esté listo, él junto con su socio iniciarán un viaje cruzando los Estados Unidos desde San Francisco hasta New York City. La idea es no sólo testimoniar que el coche lo puede hacer, sino que lo puede hacer consumiendo tan sólo 10 galones (37,85 litros) de etanol puro, circulando a una velocidad punta de 70 mph (112 km/h). Si bien el coche todavía no está a la venta y no tiene precio, Kor ha recibido ya 14 pedidos unitarios, que podrían empezar a ver la luz más bien pronto que tarde.
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