Fundada en 1969 por Bill Bloomfield, IPF Ltd. (Industrial Plastic Fabrications Ltd.) es una pequeña empresa de Essex (UK) dedicada a la fabricación digital directa.
Inicialmente la empresa ofrecía servicios de fabricación de objetos en plástico, mediante procesos tradicionales de fabricación sustractiva. Con los años, la tecnología fue ganando terreno a la tradición, y se fueron incorporando procesos basados en CNC y láser.
La tecnología, en combinación con la experiencia del personal, constituyó el combustible óptimo para la expansión del negocio y la incorporación de nuevos procesos de fabricación: A finales de 2003 la empresa incorporó sistemas se fabricación digital aditiva a su parque de máquinas, mediante la adquisición de una impresora 3D Quadra Tempo (de segunda mano) sin apenas tener idea de lo que iban a realizar con la máquina.
A esa máquina se añadiría más adelante una Connex 500, y poco después una segunda Connex 500. Si bien en un primer momento estas máquinas han venido satisfaciendo la mayoría de las necesidades de sus clientes finales, la expansión del negocio hacia nuevos y más exigentes nichos de mercado les ha hecho plantearse la adquisición de una tecnología más versátil que les permita satisfacer la demanda de un rango más amplio de clientes.
Tras estudiar el mercado en profundidad, han llegado a la conclusión de que la tecnología más versátil es la FDM, y han adquirido una máquina Fortus 400mc, que les permite satisfacer con plenitud la demanda de piezas para sectores clave como el sector aeroespacial, el sector de la defensa y el sector de la automoción. Sin duda alguna un gran gol, pues el negocio ha ido en aumento hasta el punto de que a día de hoy el negocio de la fabricación digital aditiva constituye el 45% del negocio global de la empresa.