Hace unos días estuve asistiendo a unas jornadas técnicas acerca de nuevos nichos de mercado en la industria gráfica. Tanto para los ponentes como para los empresarios que acudieron al evento, las empresas de comunicación gráfica se enfrentan desde hace años a la dura competencia inesperadamente sobrevenida como consecuencia de:
- El acceso masivo a la impresión digital en el hogar y en la oficina
- El acceso masivo a Internet
- La aparición del libro electrónico
que se viene manifestando principalmente en:
- Una creciente reducción de la demanda de impresos domésticos y de oficina en las pequeñas imprentas
- Una creciente reducción de la demanda de impresión publicitaria y de sus soportes tradicionales, como son las revistas y diarios.
- Una creciente reducción de la demanda de impresión de libros.
La actual migración de la comunicación gráfica impresa con tinta sobre papel, hacia una comunicación gráfica basada en soportes digitales, obliga al empresario gráfico a plantearse la exploración de nuevos y más rentables nichos de mercado en el sector de la comunicación gráfica tangible, yendo más allá de las fronteras marcadas por la pantalla y el papel.
Bajo mi punto de vista, creo que efectivamente los nichos tradicionales de mercado basados en la impresión de tinta sobre cualquier tipo de soporte han sido explorados y explotados hasta su límite, lo cual ha desembocado en una industria caracterizada por una mayor oferta “de-lo-mismo” y una menor demanda “de-lo-mismo”, con la consiguiente guerra de precios y reducción de márgenes de beneficio.
Para corregir esta situación quizá el empresario gráfico debiera “mover ficha” y plantearse ampliar su oferta de servicios explorando nuevos nichos de mercado emergentes. Y uno de esos nichos creo que podría ser el 3D Printing. Esto es: la impresión de objetos físicos de todo tipo, para finalidades de todo tipo, demandados por sectores que ya piensan, diseñan, trabajan y disfrutan en 3D, y sienten la necesidad de imprimir en 3D. Entre esos sectores y sin ánimo de ser exhaustivo cabría destacar estos seis:
Los diseñadores de Packaging estructural.
Los estudios de infografía (cine, videojuegos, publicidad, TV)
Los estudios de arquitectura, interiorismo y decoración
Los gabinetes de ingeniería de todo tipo: seguridad y defensa, diseño aeronáutico, automoción, ferrocarril, energías renovables, artículos de ferretería, maquinaria para construcción, etc.
Los diseñadores de juguetes
Los escultores
El silencioso pero creciente grupo de personas que en sus ratos libres y por pura afición crean personajes ficticios 3D y diseñan objetos de todo tipo. Esas personas pagarían muchísimo por poder tocar sus diseños, pero se quedan en el deseo porque, al menos en España, no encuentran imprentas digitales 3D.
En definitiva, se trata de ampliar la oferta de servicios de artes gráficas mediante un servicio que ofrece importantes beneficios como los siguientes:
1) Nuevos clientes y más trabajo:
- Más trabajo por parte de clientes habituales que encargan trabajos en 2D, pero que necesitaban también imprimir en 3D y no tenían quien lo hiciera.
- Nuevos clientes que empiezan encargando trabajos en 3D, y acaban asimismo encargando trabajos en 2D.
2) Mayores márgenes de beneficio: A diferencia de los cada vez más reducidos márgenes que están dejando actualmente los servicios gráficos 2D, el 3D Printing permite ofrecer servicio a unos márgenes que pueden oscilar entre el quinientos, y el mil por cien.
3) Menor tiempo de ROI: A diferencia de los elevados costes de las inversiones en infraestructura gráfica 2D, los servicios gráficos 3D exigen unas inversiones en infraestructura que van a oscilar normalmente entre los 15.000 y los 30.000 Euros, posibilitando por tanto el retorno de la inversión en un tiempo record.
Conclusión:
Considerando el numero creciente de usuarios de todo tipo de programas de diseño en 3D, así como la creciente demanda de scanners 3D y el creciente intercambio por Internet de ficheros STL (formato estándar en 3D Printing), no cabe duda que existe una gama interesante de nuevos nichos de mercado compuestos por clientes potenciales que piensan, diseñan, trabajan y descansan con actividades 3D, y que estarían dispuestos a pagar dinero a una imprenta digital 3D que diera vida a sus diseños digitales posibilitando tocarlos, y no solo verlos. Esta es la realidad, que puede ser encarada por el empresario gráfico de muchas maneras, entre las cuales cabría destacar estas cuatro:
a) Ofrecer este tipo de servicios a sus clientes antes de que los propios clientes lo pidan, y antes de que lo haga la competencia.
b) Esperar a ver qué hace la competencia y plantearse la conveniencia de dar ese servicio cuando ya lo estén ofreciendo otros.
c) Esperar a que se lo pidan dos o tres clientes y plantearse la necesidad de dar ese nuevo servicio tras verlos marchar por la puerta.
d) Descartar absolutamente ofrecer ese tipo de servicios y seguir con la oferta de servicios 2D tradicional.
Naturalmente, habrá tantas opciones como empresarios, pues en una economía de libre mercado es infrecuente que las expectativas tanto positivas como negativas se cumplan de manera absoluta, por la sencilla razón de que el futuro no lo conoce nadie. Ahora bien: La historia ha demostrado que las empresas que sobreviven a los cambios no son las más fuertes, sino las que antes los detectan y antes se adaptan. Por tanto, creo sinceramente que en estos momentos de crisis, ignorar o asumir que la tierra nunca ha sido plana será el factor clave que marque desde ahora la diferencia entre ser un taller de impresión más, o ser el mejor.